Si en la competición masculina llamaba la atención la renovación de casi todos los equipos en este arranque de un nuevo ciclo olímpico, en el femenino se ha dado también el mismo fenómeno aunque es cierto que ha habido menos variaciones dentro de las composiciones, aunque en este Europeo tampoco son muchas las skips que repiten con respecto a Stavanger.
Para
empezar, el propio país que defiende el título conquistado el año pasado en
Stavanger, Suecia, ha decidido que no sea el equipo de Margaretha Sigfridsson
el que intente reeditar el éxito sino que el seleccionador Peja Lindholm ha
optado por darle la alternativa al conjunto de Anna Hasselborg en virtud de un
acuerdo que llevará a Sigfridsson al Mundial.
El
de Escocia es el caso totalmente contrario ya que Eve Muirhead, con un solo
cambio en su alineación (Sara Reid por Claire Hamilton) ha arrasado en los
playoffs de su país y jugará por mejorar la plata del año pasado.
En
el caso de la medalla de bronce de Stavanger, Suiza, ha sido el equipo campeón
del mundo, el de Binia Felstcher el que ha conseguido el derecho a representar
a su país. Lo mismo hizo Anna Sidorova para Rusia que, en el año en que se
cambió la selección de clasificación, con el mismo equipo que el año pasado,
derrotó al de Olga Zharkova y jugar en Champéry. Algo parecido sucede con
Dinamarca aunque las danesas aún comandadas otra vez por Lene Nielsen presentan
un equipo seminuevo con las novedades de Stephanie Risdal Nielsen y de las
hermanas Clemmensen.
Además
de Suecia y Suiza, aún hay tres selecciones más de la división A que presentan
equipos totalmente diferentes con respecto al 2013. Son los de Letonia (comando
por Iveta Stasa-Sarsune), el de la República Checa (Linda Klimová) y el de
Alemania (Daniela Driendl). Si bien el caso del equipo teutón es especial ya
que viene precedido de polémica. El conjunto de Andrea Schöpp ganó los
playoffs clasificatorios pero, a pesar de la promesa de Lips de que el que
fuera campeón iría a Champéry, la federación rompió la promesa e inscribió a
Driendl.
Finlandia
y Estonia, ascendidas desde el grupo B, por su parte, apuestan por la
continuidad. Así, las finlandesas contarán de nuevo con Sanna Puustinen como
skip y las estonias con Maile Mölder aunque estas incorporan a Marju Velga y a
Marie Turmann.
En
la división B, la dinámica es similar y es que, en esta categoría, solo cuatro
de los diez países volverán a estar liderados por la misma skip. Es el caso de
Italia (Veronica Zappone), Inglaterra (Anna Fowler), Bielorrusia (Alina
Pavlyuchik), Turquía (Oznur Polat) aunque todas ellas presentan alguna
variación en el equipo y Turquía incluso dos.
Noruega,
por su parte, presenta un conjunto en el que repiten hasta tres jugadoras
(Julie Kjaer Molnar, Anneline Skarsmoen y Pia Trulsen) pero que presenta una
nueva skip, Kristin Skaslien. Parecido caso es el de Austria en el que Karina
Toth será la nueva líder pero en el que ya estuvieron el año pasado Constanze
Hummelt (skip el año pasado), Andrea Höfler y Merijke Reitsma.
Polonia
y Hungría estarán comandadas en Champéry por Marta Pluta y Dorottya Palancsa,
respectivamente. O lo que es lo mismo, dos equipos distintos a los que jugaron
en Stavanger mientras que las dos ascendidas de la división C, Holanda y
Eslovaquia contarán con Marianne Neeleman y Marina Gallova como skips.
España femenina no estará en Champéry ya que no consiguió el
ascenso en octubre en Zoetermeer, por lo que se ha quedado en la división C.


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