Dos
pistas de esquí, dos de hielo… y la tan anhelada pista de de curling. Esa es la
apuesta de la empresa holandesa SnowWorld que quiere construir en Barcelona un
complejo de deportes de invierno para lo que tiene previsto invertir 45
millones de euros.
Se
trataría de una inversión privada sin aportación pública pero el Ayuntamiento
de Barcelona todavía no ha dado luz verde a la ubicación. La pretensión es
construirlo en el barrio de la zona Franca pero los partidos de la oposición en
el consistorio catalán se unieron hace algo más de un mes para rechazar la cesión
del terreno y es una incógnita todavía qué sucederá finalmente. Uno de los
problemas que se plantean es que la construcción de este complejo se realizaría
en el lugar donde está instalado actualmente el Banco de Alimentos. Aunque el
portavoz de SnowWorld se ha comprometido a ceder un espacio para que pueda
seguir funcionando desde allí.
Mientras
tanto, hoy, la Federación Catalana de Deportes de Invierno ha firmado un
convenio con la empresa holandesa para apoyar la construcción de este complejo
en la zona en lo que sería “una democratización de los deportes de hielo”, según
el presidente de la FCEH, Oscar Cruz.
SnowWorld
pretende, además, que el complejo se pueda utilizar como centro de alto
rendimiento para los deportistas que necesiten entrenarse todo el año y no
tengan que viajar, así, al extranjero para realizar su preparación.
Una
de las claves del proyecto, que serviría también para tratar de lanzar la
candidatura olímpica de Barcelona para los Juegos de Invierno, es que sería energéticamente
sostenible (sin emisiones de CO2) porque utilizaría de forma pionera la
red de frío reciclado del Puerto de Barcelona.
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