martes, 24 de febrero de 2015

Andrea Schöpp: "Creo que el espíritu del curling significa que el mejor debería ganar y representar a su país"

Andrea Schöpp, en el último Europeo de Champéry.
Hace treinta y cinco años, en 1980, Andrea Schöpp, con apenas 15 años, consiguió la medalla de bronce en un Europeo. Hoy, casi cuatro décadas después, la alemana (campeona del mundo en el 2010) sigue en el primer nivel del curling y acaba de ganar el campeonato alemán aunque con una sensación amarga ya que días antes de su celebración, la federación alemana comunicó que el representante alemán en Sapporo sería el equipo de Daniela Driendl.  

¿Cómo te sientes después de ganar el campeonato alemán y saber que no vas a representar a tu país en el Mundial?

Obviamente, estamos muy contentas por volver a demostrar una vez más que somos el mejor equipo de Alemania y de que todo el trabajo de los últimos seis meses tuvo su recompensa aunque debe ser muy decepcionante para Lisa (Ruch) y Kerstin (Ruch), las dos jugadoras más jóvenes del equipo, quienes han mejorado muchísimo este año.

¿Crees, como ha dicho en alguna ocasión, que se está pervirtiendo el espíritu del curling con estas decisiones?

Creo que el espíritu del curling significa que el mejor debería ganar y representar a su país como equipo nacional. Cada vez que hemos competido internacionalmente nos hemos ganado el derecho a ir. Cualquier otra cosa nos hubiera hecho sentir mal…

¿Por qué crees que la federación alemana no quiere que su equipo represente a Alemania?

Lo siento pero no puedo responder a esa pregunta. La versión oficial es que todos los equipos necesitan coger experiencia. Si mi equipo siempre gana y juega los eventos internacionales, entonces, según el entrenador nacional (el suizo Thomas Lips), bloquearíamos el desarrollo del curling en Alemania y las cosas no cambiarían en diez años. Eso es lo que me dijo.

En un complicado Europeo, en el que supisteis de vuestra participación tras decision judicial y solo dos días antes, concluisteis en séptima posición, ¿fue una especie de dulce venganza para ti?

No soy una persona que quiera revancha. La ventaja de la edad es que aprendes a ignorar las cosas malas pero me puso muy contenta ver que las chicas jóvenes jugaran tan bien bajo esas circunstancias y bajo una gran presión. Fue muy emocionante ver y sentir todo el apoyo de los otros países y de los organizadores.  

¿Cuál es la situación actual del curling en Alemania?

Una vez más, no puedo responder a esta pregunta pero puedo contarte algunas cosas. El último año, tuvimos un campeonato con ocho equipos masculinos y este año solo había cuatro. También sé que alguna gente dejará de jugar a partir de ahora por la dirección que está tomando el curling en Alemania. En el futuro solo habrá dinero para las pistas de Füssen y Hamburgo. Por lo tanto, no habrá oportunidad para que mucha gente joven juegue ya que las otras pistas de hielo tendrán que cerrar por falta de dinero así que no habrá jugadores jóvenes fuera de Füssen y Hamburgo y eso es muy malo para el curling en Alemania.

¿Qué ha cambiado en el curling desde que lo empezar a practicar hace casi 40 años?

Las escobas, la entrega y las condiciones del hielo. Todo junto ha hecho más fácil jugar, hacerlo con más consistencia y que se cometan muchos menos fallos. La four-rock-rule ha hecho el juego más interesante aunque al final, el sentido del juego, entrenar y decidir sobre el hielo nunca ha cambiado.

El equipo de Andrea Schöpp, tras ganar el último campeonato alemán.
¿Cuál es el secreto para mantenerse más de 30 años entre las mejores?
Amar lo que haces. Entrenar nunca ha sido un deber. Durante los últimos cuarenta años siempre fue un querer y me divierte cada momento en el hielo. Esta temporada solo he estado 12 días fuera del hielo desde mediados de septiembre hasta ahora…  

¿Cuál ha sido tu momento más feliz a lo largo de tu carrera?

Cuando gané la medalla de bronce en los Europeos de 1980 con 15 años, porque sabía que era la primera medalla femenina de la historia para Alemania. Y, por supuesto, el Mundial de 2010.  

¿Y el peor instante?

Cuando me abracé a mi padre después de ganar el Europeo de 1995, le dije que al año siguiente volveríamos a ganar y él me respondió (ambos sabíamos que padecía cancer) que no habría próximo año para él…  

Llevas mucho tiempo jugando con Monika Wagner, ¿qué te aporta y de qué manera contribuye al equipo?

Su manera de ver y manejar las cosas, su actitud positiva, su experiencia… Lo más importante es que puedo confiar en ella al 100% y eso pasa muy pocas veces.  

¿Qué aporta el curling a tu vida?

Un montón de diversion, de amigos y la triste experiencia de que con el éxito llegarán los problemas.  

¿Cuántas horas le dedicas al curling?

Cuando tenemos hielo estoy en él aproximadamente entre una y dos horas al día. Además, hago entre tres y cinco horas de otros deportes, voy al gimnasio todos los días, hago esquí, natación, mountain bike y campo a través. Durante el verano, jugamos cinco o seis bonspiels y el invierno casi cada fin de semana jugamos un bonspiel.

¿Cómo ha evolucionado tu juego a lo largo de su carrera?

Mi estilo es un poco más ofensivo, aunque depende del equipo y del oponente.  

¿Por qué empezaste a jugar a curling?

Porque mi hermano empezó un año antes que yo y a él le encantó. Entonces hacíamos todo juntos como familia y así empezamos todos. Esos años jugando en familia fueron realmente divertidos.  

¿Qué prefieres, llegar al último end 5-6 con hammer o 6-5 sin hammer?

Otra vez, depende de la situación y de mi sentimiento en el estómago.  

¿Es supersticiosa?

Lo era un poco cuando era joven pero eso acabó muy pronto. Amo la ciencia, por lo que no tengo mucho lugar a la superstición.  

¿Cuáles son tus próximos objetivos?

El campeonato mixto alemán, aunque me encantaría decir que el Mundial…
  
Andrea Schöpp, a la izquierda, durante los Juegos Olímpicos de Calgary.
Y para concluir, un pequeño test.

Un jugador y una jugadora.

¿Ídolos? No tengo actualmente pero cuando yo era más joven fueron Elisabeth Högström y Al Hackner.

El mejor tiro que haya visto nunca.

Demasiados para escoger solo uno.

¿Qué es mejor, jugar o ver curling?

No hay duda, ¡jugar!

¿Frío o calor?

Frío.

¿Pantalones noruegos o faldas escocesas?

Ninguno. Si estuviera obligada a elegir, entonces faldas escocesas.

¿Take out o draw?

Depende, pero, probablemente, take out.

¿Piedras rojas o amarillas?

Rojas.

¿Recuerdas cuántos autógrafos ha firmado y cuál fue el primero?

No muchos. El primero fue en 1986 en el Mundial de Kelowna.

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